La evaluación plantea dudas sobre la eficacia de las tecnologías para mejorar la seguridad en las carreteras. Según un análisis reciente del Instituto de Seguros para la Seguridad Vial de Estados Unidos (IIHS), de los 14 sistemas evaluados, 11 obtuvieron una calificación de “deficiente”.
El estudio identificó a Tesla y Ford Motor entre varios fabricantes de automóviles con calificaciones deficientes en sistemas de asistencia al conductor, lo que resalta una creciente preocupación sobre la efectividad de las tecnologías de conducción parcialmente automatizadas en la mejora de la seguridad vial. David Harkey, presidente del IIHS, destacó en una entrevista con The Wall Street Journal que, aunque algunos conductores pueden sentir que la automatización parcial facilita los viajes largos, “hay poca evidencia de que haga la conducción más segura”.
El informe evaluó a 14 sistemas y concluyó que la mayoría carece de medidas adecuadas para prevenir la pérdida de atención de los conductores en la carretera. Solo el sistema Teammate de Lexus de Toyota Motor, en el sedán LS, logró una calificación de “aceptable”, mientras que dos modelos recibieron calificaciones “marginales”: la camioneta Sierra de General Motors y el SUV eléctrico Ariya de Nissan Motor. Sin embargo, los sistemas de asistencia al conductor en modelos de Tesla, Ford, Volvo, Genesis, Mercedes-Benz y BMW también fueron evaluados negativamente.
Es importante señalar que las características de asistencia al conductor, como el control de crucero adaptativo y el centrado automático de carril, no convierten a los vehículos en completamente autónomos, por lo que se requiere que los conductores presten atención en todo momento. Muchos de estos sistemas utilizan cámaras internas para monitorear al conductor y emiten advertencias audibles si detectan que este no está realizando su parte.
La rápida adopción de vehículos con estas tecnologías ha generado preocupaciones sobre la complacencia de los conductores al depender excesivamente de las funciones automatizadas. En respuesta, el IIHS inició una evaluación sobre cómo estos sistemas monitorean la atención de los conductores y emiten recordatorios e intervenciones de emergencia si es necesario.
Ford defendió su sistema BlueCruise, que permite la conducción manos libres en ciertas situaciones, asegurando que incluye numerosas salvaguardas. Aunque la compañía no estuvo de acuerdo con los hallazgos del IIHS, indicó que consideraría los resultados para evaluar posibles actualizaciones. Por su parte, Tesla no respondió a solicitudes de comentarios realizadas por The Wall Street Journal.
A finales del año pasado, Tesla emitió una actualización de software en respuesta a una investigación de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA), incluyendo más alertas y controles para mantener a los conductores atentos después de que la NHTSA señalara que el Autopilot podría ser mal utilizado. La NHTSA también ha estado investigando problemas potenciales de seguridad asociados con la tecnología de asistencia al conductor de varios fabricantes de automóviles, proponiendo la implementación obligatoria de frenado automático de emergencia en casi todos los futuros coches y camiones.
Recientemente, la NHTSA inició una investigación sobre Honda debido a quejas de conductores sobre eventos de frenado automático de emergencia “fantasma” en ciertos modelos. Honda, cuya tecnología no fue revisada por el IIHS, dijo que está realizando su propia revisión y cooperará con la agencia de seguridad.